CO49: Del Quipu a la Yupana
Oscar Pacheco Ríos




Resumen
DEL QUIPU INCAICO A LA YUPANA EL COMPUTADOR INCAICO
 

Palabras clave de la temática: Teoría Etnomatemática
 

INTRODUCCIÓN
Cuando nos propusimos realizar el ensayo “Un intento de Filoso-fía de la Matemática” Nos hicimos una serie de preguntas entre las cuales teníamos la siguiente: ¿Cuál es la naturaleza del proceso de aprendizaje?
Hoy esta cuestión nos obliga a formular otra, que viene a ser copar-tícipe de esa preocupación: ¿Qué medios apropiados utilizamos para coadyuvar a ese proceso?
Posiblemente podríamos citar un sin número de elementos, a los que aleatoriamente les hemos llamado medios. Desde los más sim-ples y baratos como pueden ser unos granos de maíz o porotos, hasta los más sofisticados como son las calculadoras de cualquier tamaño a las computadoras, o inclusive nuestra creatividad echando mano a  experiencias circundantes. Sea lo que fuere, consideramos, que aun no estaríamos satisfechos, porque siempre nos preguntaría-mos, ¿y an-tes cómo se efectuaba ese proceso de aprendizaje y qué medios se utilizaban?
 En el intento de respondernos hemos realizado una búsqueda in-cesante, incansable, prolífica y sustancial, iniciando con lo que contamos actual-mente como es la tecnología de punta. La informática y sus aplica-ciones mediante un viaje virtual a las bibliotecas, hasta llegar en forma retrospectiva, a los orígenes de la propia computadora, no, a aquella que se nos dicen que construyó el conoci-do inglés, Sr. Charles Babagge. Sino, mucho más atrás, no sólo en el tiempo mas también, en el espacio, indagando, a las culturas ancestrales de las que se pueda tener memoria escrita, como es la cultura prehispá-nica.
La búsqueda de lo que es la Etnomatemática y su real vigencia en este fin de Siglo es un desafío que nos impele a reactualizar saberes ancestrales que aun hoy en día siguen teniendo vigencia en la praxis del pueblo en su vida cotidiana. Es esa situación la que nos llevó a recorrer las vías abiertas de la Historia, la Antropología y la Arqueología.

¿Qué es el Quipu y  Qué es la Yupana?


 
 

Con la “Yupana” incaica, haremos un estudio más detallado, veremos su origen, su relación con el quipu y la apli-ca-ción positiva que podemos darle en la actualidad.
La “yupana incaica” y el “quipu incaico” como los dos instrumentos de uso infaltables en la práctica contable del incario
 Intentaremos ver tres tópicos principales: una primera parte sobre la naturaleza del quipu; la segunda, el estudio de la Yupana y tercera, su aplicación mediante ejemplos y ejercicios prácticos.
 La yupana o computador incaico que utilizaremos será la versión propugnada por Radicati Di Primeglio y Hugo Pereyra, por ajustarse más a situaciones reales del aprendizaje de las operaciones aritméticas entre el 2º y 4º cursos de educación primaria, no descartando la posibilidad de ser aplicada a cursos superiores para operaciones con fracciones decimales y/o algebraicas.


actividades de la comunidad o co-marca. Tampoco intentaremos describir las distintas clases que exis-ten, pues, no pretendemos hacer un estudio riguroso de lo que era el “quipu”. Nuestra  intención de modo general es conocer su origen, construc-ción, cromatismo, categorías, utilidad que prestó, y su res-pectiva relación con la “yu-pana”, y la aplicación positiva que pode-mos darle a ella en la actualidad, para retomar el camino de la Etnomate-mática a la que está direccionado el estudio de la “yupana” funda-mentalmente.
Entre las pri-meras referencias que se tienen de los quipus, son las que se usa-ron ampliamente para regis-trar datos, informa-ción censal, acontecimientos históricos, de-pósito de teso-ros, aconteci-mientos relacio-nados con la as-tro-nomía como leímos en el fragmento introductorio y quien sabe hasta para asuntos legales.

EL QUIPU INCAICO

“Aproximadamente 500 quipus sobrevivieron a la caída del Impe-rio Incaico, dispersos en diversos museos del mundo.”  De ellos,  unos 400  ha sido estudiados por los esposos Ascher
“Administrativamente, para los fines del tributo y la leva, los hatunrunas (autoridades maores) fueron clasificados en grupos de diez individuos dirigidos por un chunca.camayu (encargado de diez personas) que era a la vez, su jefe inmediato y el responsable por ellos ante los superiores. Cinco de estos grupos obedecían a un pichca-chunca-camayu (encargado de cincuenta individuos. Dos de estos dependían de un pachaj-camayu (cien) y diez  huaranca-camayu o sea diez mil individuos, de un hunu-camayu. Cuatro hunu-camayu por último a un tucrituc...” “Los conquistadores hallaron ayllus a los que se habían quitado o agregado elementos para complementar un número decimal. La realidad sin embargo, acabó por triunfar de la aritmética y la decimalización    persistió solamente para fines administrativos, aunque todo su vigor, fue impuesta al ejército”    “Su organización era decimal” (J. F. Velarde -122/ 1977)
Aunque nuestro objetivo no es verificar la aserción o error de los cronistas, tomamos estas notas para hacer ver la enorme importancia que los quipus han tenido en la cultura precolombina y aun después del genocidio realizado por los avasalladores hispanos.
  “Sin em-bargo el quipu precolombino per-manece indescifrado, en gran parte, porque casi todos los cordones han perdido sus colores origi-nales que de un modo u otro le daban su real significado.”
 Los pobladores del Tawantinsuyo (Las Cuatro Regiones)  emplearon sistemas de medición y de con-tabilidad que, no eran inferiores a los usados en Europa Medieval.  En el ordenamiento demográfico crearon una división poblacio-nal basada en un cómputo decimal que facilitaba un conocimiento aproximado del número de habitantes por regiones. Al norte chincha-suyo, al este, Anti-Suyo, al Sur, Kolla-Suyo, y al oeste, Conti-Suyo lo que, en el pensamiento occidentalizado, quien sabe sería apenas la región norteña, sureña, etc. Regiones que a su vez tenían provincias llamadas humanus, integradas por las distintas markas, o sea “ciudades que fueron planificadas con sentido global, lo que ha dado motivo a algunos arqueólogos para calificar como “Urbanística” (J.F.Velarde 90)
 “Una de las carac-terísticas de las culturas andinas fue una clasificación poblacional de acuerdo con los ciclos vitales de las personas y no en el cómpu-to de años transcurridos; es decir, eran culturas preparadas no sólo para contabilizar la infinidad de depósitos escalonados a lo largo y ancho del imperio sino también con estructuras socio-políticas cuyas finalidades convergían hacia una organización de las fuerzas de producción y de trabajo para el Estado”
Esos registros eran realizados en “Los quipus, que “eran llevados por partida doble. Uno quedaba en poder de la autoridad subalterna bajo cuya responsabilidad era levantado y su copia iba al Cuzco, donde se guardaba una suerte de registro central para que el Sapa-Inca o las autoridades superiores, tuvieran a la mano un cuadro completo hasta sus últimos detalles, del estado del imperio. Los funcionarios locales debían dar cuenta estadística. Por otra parte cada año se hacía un nuevo censo total para mantener al día ese cuadro”.  El manejo de los quipus “se hallaba reservada a un tipo especial de funcionarios, los quipucamayos”
En todo lo que hemos leído hasta ahora, no hemos encontrado alguna pista que nos sugiera que los quipus eran utilizados para realizar operaciones aritméticas, por tanto podemos inferir que su utilidad radicaba fundamentalmente en el registro de datos numéricos y de acontecimientos importantes (según algún autor) razón por lo que se les dio el nombre de “fichas mnemotécnicas“.

DESCRIPCIÓN DEL QUIPU

Entre las características observadas en el quipu se tiene las siguientes:
a) Una cuerda gruesa de aproximadamente unos 10 cm a 3 m. Cada cuerda de esta clase, tiene  sus dos puntas terminadas en nudos con pequeños flecos a continuación de uno de ellos.
b) En forma transversal van unidas a esta cuerda gruesa, otras más delgadas cuya longitud en algunas ocasiones llega a unos 50 cm. El número de estas cuerdas colgantes puede ser desde una a cien o más dependiendo de la cantidad de datos. Su colocación con respecto al cordón principal puede estar direccionada, hacia abajo o hacia arriba de modo opuesto al mismo tiempo.
Las cuerdas colgantes se encuentran repartidas a lo largo de todo el cordón una a continuación de otra  separadas por pequeños espacios o distancias, a veces formando grupos distanciados o unos más cercanos de otros.
 Esas cuerdas colgantes son de distintos colores; unas de un solo color y otras de dos.
c) Las cuerdas colgantes tiene otras secundarias que pueden variar de longitud y valor de acuerdo al color. Su colocación con respecto de las principales se halla a diversas distancias de la transversal.
d)  Los nudos se confeccionan con la misma cuerda, sea esta colgante o subsidiaria. Están colocados a diversa distancia de la transversal, algunos de ellos son simples, dobles, compuestos o  a medio hacer. El nudo a medio hacer es el que se encuentra generalmente al final y no encierra a otros nudos.
Los datos y su representación en los nudos.
Cualesquiera que sea la cuerda colgante, superior, subsidiaria o colgante extrema en ella se realizan los nudos citados en el inciso d), cada grupo de nudos representan dígitos, por tanto se puede interpretar que cada cuerda contiene el registro de un dato que representa uno ó más dígitos.
Las unidades tienen un tipo de nudo diferente a los otros, pues es un nudo compuesto y además están en la parte inferior de la cuerda.
Los nudos de una cuerda pueden representar uno o varios números en el sistema posicional de base 10, pues, tienen un ordenamiento de en grupos de diez. O sea,  el 322 equivale a 300 + 20 + 2, dicho de otro modo equivale a la representación por descomposición polinómica.  También, en una misma cuerda pueden estar dos distintos números, tal el caso del “Quipu sumatoria” en cuya primera cuerda colgante se tienen los números  31 y 22. Para una cuerda que contiene más de dos números, la única exigencia está en que ella debe ser más larga, según los requerimientos de uso o almacenamiento de datos.
Un aspecto importante que debemos tomar en cuenta es que, el cero es un número virtual, pues ocupa una posición a la que podemos llamar “nada” veamos la cuerda que contiene al 30,  sólo vemos tres nudos, pero, por la posición que ocupan y por una convención que asumimos en la interpretación determinamos que esos nudos equivalen a 3 decenas.
Otro ejemplo podemos obtener en la cuerda que contiene al 209. Sólo vemos los dos nudos que están cerca del cordón principal y nueve en la parte inferior, luego una vez más vemos que, el cero, o  la “nada” está representada con la ausencia de un nudo o un grupo de nudos en el lugar que correspondería a las decenas.

CROMATISMO DEL QUIPU
“Por lo que toca al cromatismo de los quipus contables, corta es la lista de colores que nos han proporcionado los cronistas. Ellos señalan, en primer lugar, el empleo del color natural (marrón en sus tonalidades, clara y oscura) que es propio del material (lana o algodón) empleado en la confección del quipu: mencionan luego, los colores obtenidos del teñido, como blanco, rojo, morado, pardo, amarillento pajizo, verde, carmesí. Como combinación cromática hablan de la mezcla de tres colores en la misma cuerda de tres torzales: azul, amarillo, blanco“.
El quipu Nº 7 de Nordenskiöl, por ejemplo, exhibe 17 expresiones cromáticas, de las cuales 8 son colores únicos y 9 de combinados. La mezcla de colores se cumple mediante un sistema combinatorio consistente en tres modalidades bien definidas, que se aplicación mucha uniformidad y escrupulosidad. Ellas son la mezcla por jaspeado torzal más torzal y por posición.

La YUPANA o el Computador Incaico
Hasta ahora hemos visto de un modo muy simple lo que es el quipu. Y, encontramos que, este es un instrumento utilizado por los habitantes andinos desde la época del incario.
Sin embargo para no quedar en el campo puramente especulativo y quien sabe, por ahí surge alguien que diga que con los quipus se podían realizar perfectamente las operaciones de cómputo tomando como base la palabra quechua “qui-puni“, que aparece en los antiguos glosarios y que, además de la idea de anudar, expresa también la de contar por nudos, sin tener que recurrir forzosamente al empleo del ábaco
¿QUÉ SIGNIFICA YUPANA ? Yupana según los primeros léxicos, se denominó yupani, que en quechua quiere decir, "hacer cuen-tas o contar” o, yo hago las cuentas. Por las informaciones que ya tenemos los encargados de la contabilidad (si vale la expresión), preferían calcular con piedrecitas u otros materiales pareci-dos, en especial granos de quínua, maíz o frijoles, y luego anotar con nudos, los resultados obtenidos en los hilos del quipu. De acuerdo con la mayoría de los cronistas, el cálculo con piedrecitas y granos era ejecutado con gran precisión, y según relata asombrado el padre Acosta, “...las cuentas, "aún las muy embarazosas", se hacían "puntualísima-mente, sin errar una tilde...". (1954: 190)
Esta manera de calcular generalmente" cuando eran varias las personas que iban a realizar las cuentas decían “yupana” que significa “contemos o hagamos nosotros las cuentas”. Luego, de ahí viene el nombre que se le dio al instrumento con el que se contaba y realizaban las cuentas.
““Son pocos los datos que se obtienen del procedimiento adop-tado para calcular, el padre Acosta se limita a informar que para ello "los indios toman sus granos y ponen uno aquí, tres acullá, ocho no se donde; luego pasan un grano de aquí, truecan tres de allá, y así salen con su cuenta””
De todas las fuentes consultadas las que mejor nos explican están la de Guamán Poma en su “Neua Coronica”, que lo representa como una especie de tablero, que lo hemos visto en el diseño realizado por el mismo en la página 360; otra información tenemos en la "Historia del Reino de Quito", del padre Juan Velasco, que al parecer conocía bastante, sobre de las antigüedades indias, él nos dice que, “... el instrumento usado para esos menesteres era algo así como unos depósitos hechos de madera, de piedra o de barro, con diver-sas separaciones, en las cuales se colocaban piedrecillas de distin-tos tamaños, colores y figuras angulares" (1841- 44, T.II: 7), y una tercera en las explicaciones que nos da Radicati  Di Primeglio. Mas veamos por partes.
 Según el dibujo antes citado, y, dijimos que parecían fichas de dominó, el mismo viene a ser la yupana, es decir, un tablero con veinte casillas distribuidas en cinco filas y cuatro columnas. En cada casilla aparece ciert-o número de círculos, correspondiéndole cinco círculos a las casillas de la primera columna, tres a las de la segunda; dos a las de la tercera y uno a los de la cuarta. Además, algunos de estos círculos son negros y otros son blancos.
Algunos han considerado que los círculos blancos representan sitios u hoyos destinados a ser ocupados por elementos auxiliares de cálculo; tales como granos de quínua (que los hay negros y blancos del taño del alpiste), maíz, frijoles, piedrezuelas, etcétera. Los círculos negros representarían lugares ocupados por elementos (que en general llamaremos fichas). Dando por válida esta suposición, a lo más podrían colocarse cinco fichas en una casilla de la primera columna, o dos fichas en la casilla de la tercera columna.
“...Otra opinión sobre el particular es que se ha tratado de repre-sentar fichas de dos colores diferentes, recurso que resulta de mucha utilidad para la operación de sustracción si se asigna uno de los colores al minuendo y otro al sustraendo.
Entre los científicos que han estudiado el ábaco incaico, lle-gando a formular planteamientos concretos sobre su estructura y uso, mencionamos a Henry Wassen, que en 1931 publicó The Ancient Peruvian Abacus, a Carlos Radicati di Primeglio, quien en su libro El sistema Contable de los incas se ocupa conjunta-mente del tablero de cálculo y de los quipus (al estudio de este último tema se dedicó de 1950 hasta su muerte en 1990); a Emilio Mendizábal Losack, que dedicó a la yupana uno de los capítulos de su tesis doctoral escrita en 1971; a William Burns Glynn, que en el trabajo "La tabla de cálculo de los incas" desarrolla su visión sobre el uso del ábaco; a Juan Ansión que hace desarrollos impor-tantes sobre el tema en su artículo "Cómo calculaban los incas"; a Hugo Pereyra Sánchez, que en su trabajo "La yupana, comple-mento operacional del quipu" plantea una generalización de los trabajos de Wassen y Radicati; y a Percy Aitken-Soux y Faustino Ccama, que en su artículo "abaco andino, instrumento andino an-cestral de cómputo" describen las instrucciones de una yupana etnográfica del pueblo de Itujata, Potosí, Bolivia...” (Ref, tomada de Colección de Escritos por los autores citados 1990:207-209)

Interpretando la YUPANA
El padre Juan Velasco hace mención del tablero para hacer las cuentas, pero no le da el nombre con el que se le conoce. “... el instrumento usado para esos menesteres era algo así como unos depósitos hechos de madera, de piedra o de barro, con diver-sas separaciones, en las cuales se colocaban piedrecillas de distin-tos tamaños, colores y figuras angulares" (1841- 44, T.II: 7)
Si bien podemos colegir que entre el quipu, el ábaco y la yupana existen relaciones concomitantes, centraremos nuestra atención sólo, a la Yupana propiamente dicha. Por tanto, continuaremos con Radicati, toda vez que, es el que mejor interpreta la YUPANA, comparado con otros cronistas y, por lo que hemos estado viendo el material que nos ha ofrecido hasta ahora. Luego, para no perdernos o, confundirnos una vez más vamos a observar el diseño junto al quipu-camayo, que nos legó Guamán Poma  por lo que podríamos decir que, para él, la yupana es el complemento del quipu. Según el dibujo, la yupana era un tablero con 20 casillas distribuidas en cinco filas de cuatro columnas. En otras palabras diríamos que es una matriz de 4 x 5.
En cada casilla aparece cierto número de círculos, correspondiéndoles cinco círculos a las casillas de la primera columna, tres a las de la segunda, dos a las de la tercera y uno las de la cuarta. Además, algunos de estos círculos son negros y otros son blancos. Esa observación hace que algunos consideren que los círculos blancos re-presentan sitios u hoyos destinados a ser ocupados por elementos auxiliares de Cálculo, tales como piedrecillas, granos de quínua, maíz, frijoles, etc. Por tanto, los círculos negros representarían lugares ocupados por elementos (a los que podríamos llamar de fichas), luego la  suposición sería válida, pues, a lo más podría, ponerse cinco fichas en una casilla de la primera columna, o dos en una casilla de la tercera columna.
Una segunda opinión al respecto es que, las fichas de dos colores diferentes, se convierte en un recurso muy útil, especialmente en la sustracción, asignando uno de los colores al minuendo y el otro al sustraendo.
Consideramos que estas dos suposiciones no están alejadas de la verdad, pues, presuponemos que Guaman conocía la forma en que se operaba la yupana, o que por lo menos estuvo informado de su uso y por ello lo dibujó.
Dicho de otro modo, en la ilustración de Guaman Poma el ta-blero visto en la parte izquierda inferior, sin duda alguna acompaña y complementa al Quipu que extiende el contador y tesor-ero. Así, ante testimonio tan preciso, sería. arbitrario desconfiar que, el tablero representado no sea un instrumento de cál-culo con el que se efectuaban operaciones cuyos resultados se registraban en quipus, los que en nuestros días serían nada menos que, los discos duros de las computadoras en los que se almacenó información numérica.
A las muchas formas de interpretar que realizaron otros investigadores como Wassen Henry (1931), Hugo Pereyra (1990, Carlos Radicati de Primeglio (1990). Tal como en el modelo de Wassen, las sucesivas filas, comenzando desde abajo, corresponden a las unidades, la primera fila; decenas, la segunda; cente-nas, la tercera; millares, la cuarta y decenas de millar, la quinta. Multiplicando por el número de fichas o marcas que contiene cada casilla.
Hugo Pereyra, considera que la cantidad de círculos existen-tes en una casilla indica el valor que se le dará a cualquier ficha colocada en dicha casilla. Es decir, una ficha colocada en una casilla con tres círculos tendrá un valor igual a 3.
Radicati de Primeglio, propone un sistema, donde cada columna, independientemente de las otras, sirve para escribir un número.

Su concepción permite equi-parar la yupana a un teórico quipu de cuatro cuerdas, estableciéndose entre ambos instrumentos una correspon-dencia perfecta. En lugar de los valores 1, 5, 15 y 30 que se supone, tenía una ficha en el tablero de la ilustra-ción de Guamán Poma. El tablero pro-puesto por Radicati, tiene los valores de 5, 3, 2 y 1, para todas la filas, pero, que los mismos se multiplican por las poten-cias de base diez. Como muestra el grá-fico
Una vez analizadas las filas y columnas del tablero. Veamos cómo se escribirían algunos números, por ejemplo,  20, 687, 2373 y el 44404.

BIBLIOGRAFÍA
Aitken Soux, Percy y Faustino Ccama, “Ábaco andino, instrumento andino ancestral de cómputo” Seminario internacional de Kipus y Kipucamayos, Lima, 1988.
Ansión, Juan, “Cómo calculaban los incas” Seminario internacional de Kipus y Kipucamayos, Lima, 1988.
Ascher, Marcia y Robert, “Mathematics of the Incas – Code of the Quipu” Dover Publicatión Inc. Mineola N.Y. 1997.
Colección de escritos: “Quipu y Yupana”
 Andres R. Altieri, Juan Ansión, Marcia Ascher, Alberto Bueno Mendoza, Faustino Ccama, William J. Conklin, Olaf Holm, L. Leland Locke, Carol Mackey, Oscar Núñes del Prado, Erland Nodenskiöl, Hugo Pereyra Sánchez, Jacque Perret, Franklin Pease G. Y., Carlos Radicati di Primeglio, María Rostworowsky, Arturo Díaz Estrada. Froilán Soto Flores, Max Uhle, Henry Wassén. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología – CONCYTEC Paseo de la República 3505. San Isidro Lima Perú
Conklin, William J. “El sistema informativo de los quipus del horizonte medio” Traducción de Hugo Pereyra del Título original “The information system of the midle horizon quipus”  En Annals of the New York Academy of Sciences. N.Y. 1982,
Closs, Michael P. “NATIVE AMERICAN MATEMATICS” Univertsity of Texas Press, Austin 1996.
Guamán Poma de Ayala, Felipe, “Nueua Coronica y Buen Gobierno” Institut d’Ethnologie, Université de París, París, 1936.
Locke, L, Leland, “The Ancient Quipu of peruvian Knot Record” En American Museum of Natural History, N.Y. 1923.
Nordenskiöld, Erland “Calculations with years and monts in the peruvian quipus” Comparative Ethnografical Studies VI: 2) 1931.
Núñes del Prado, Oscar,  “El Quipu Moderno“ Tradición Revista peruana de Cultura Mayo Diciembre 1951 p. 50 Cusco – Perú.
Pacheco Ríos, Oscar, “Ethnogeometría para la Etnomatemática” Editorial CEPDI. 1996. Santa Cruz Bolivia.
Pereyra Sánchez, Hugo, “La Yupana, complemento operacional del quipu” Seminario Internal. de Kipus y Kipucamayos, Lima, 1988.
Porras Barrenechea, Raúl. “El cronista indio Felipe Huamán Poma de Ayala”.  Editorial Lumen. Lima – Perú 1948.
Radicati di Primeglio. Carlos. “El sistema contable de los incas” Librería Stadium, Lima – Perú 1979
Valdivia Gutierres, Oscar. “Matemáticas en el mundo andino y meoamericano”,Seminario internacional de Kipus y Kipucamayos, Lima, 1988.
 Velasco, Juan de, “Historia del Reino de Quito”. 1841-1844, Quito 1989.
Wassén, Henry. “El antiguo ábaco peruano según elmanuscrito de Guamán Poma”. Ethnologista Studier, Goteborg 1941